jueves, 30 de marzo de 2017

FUERZA COMPARADA DE AMBOS CONTENDIENTES (V)

En las entradas anteriores de esta serie, hemos analizado las fuerzas que combatían con el Yishuv (Comunidad Judía), las fuerzas a favor del mundo árabe palestino, las tropas de los ejércitos árabes que participaron en el conflicto, y las ventajas y desventajas de los judíos en esta primera guerra árabe-israelí.
Nos queda analizar las fortalezas y debilidades que tuvieron que afrontar los árabes en esta guerra.


FORTALEZAS Y DEBILIDADES  DEL MUNDO ÁRABE 
  1. Una de las ventajas más claras con la que contaban los árabes era una aplastante superioridad demográfica frente a los judíos. El Mundo Árabe, en conjunto, contaba con unos cincuenta millones de habitantes (setenta a uno. como se preocupó de anunciar la propaganda árabe) (1) pero es evidente que, sobre el terreno, los árabes no podían contar con semejante superioridad. Sin embargo, la población árabe de Palestina duplicaba, aproximadamente, a sus vecinos judíos, y los países árabes limítrofes (y que dispusieron tropas sobre el terreno de combate) contaban también con un número de habitantes varias veces superior a sus adversarios:
    1. Egipto: 19 millones (2);
    2. Siria, unos 3 millones (3);
    3. Líbano, aproximadamente 1,3 millones (4);
    4. Transjordania, unos 400000 (5);
    5. Iraq, unos 4,8 millones (6);
    6. En total mas de 27 millones de habitantes de los países en torno a la Palestina Judía. Una superioridad de cuarenta a uno, sin contar otros países árabes o musulmanes que no podían participar tanto en el conflicto, pero que enviaron pequeños contingentes de tropas, ayuda económica, municiones, etc, como Arabia o Yemen, por ejemplo.
      1. Reparto de la ONU
  2. Es obvio que la simple superioridad demográfica no gana guerras, aunque de no haber logrado Israel una decisiva victoria en la segunda mitad de 1948, posiblemente no hubiera sido capaz de evitar el colapso económico que deriva de la movilización total de su sociedad civil. El caso es que las tropas sobre el campo demuestran una implicación muy inferior de los árabes respecto a los judíos.
  3. Resulta difícil calcular las fuerzas a disposición de la sociedad palestina árabe en 1947:
    1. Los árabes palestinos disponían, hacia 1947, de dos grupos paramilitares:
      1. al-Futuwa*: organización fundada en la década de 1930 -bajo el impuso de Emil-al-Ghury- adoptando la base fundacional, la estética, el antisemitismo, la devoción al Líder (eran ferozmente fieles a Hadj Amin al-Husayni) y el fanatismo de las "Hitlerjugendo "Juventudes Hitlerianas". Disuelta hacia el final de la "Gran Revuelta*", fue refundada en 1946 bajo la influencia directa del Muftí. En 1947 contaba con unos 5000 miembros.
      2. al-Najjada*: Fundada a finales de 1945, como un brazo armado de la corriente árabe más moderada y opuesta al Muftí. Según los británicos, contaba con unos 8000 combatientes en 1947. Como los judíos, carecía de armas suficientes. Su principal base era Jaffa, la más grande de las ciudades de mayoría árabes.
      3. La percepción del peligro de conflicto con el Yishuv llevó a varios intentos de la fusión de "al-Futuwa" y "al-Najjada". Pese a su menor tamaño, el radicalismo de "al-Futuwa" hizo que englobase a "al-Najjada"; sobre todo, tras la huida del comandante de esta última - Muhammad Nimr al-Hawari*- de Jaffa a Ramallah -en Diciembre de 1947- que provocó la caída de Jaffa en manos del Muftí.
    2. A partir de la apertura de las hostilidades -tras la aprobación el 29 de Noviembre de 1947 de la Resolucion 181 de las Naciones Unidas- la sociedad árabe se movilizó para evitar que se proclamase el Estado Judío. Se crearon varios ejércitos, aliados sobre el papel, pero cuya coordinación sobre el terreno dejó mucho que desear: 
      1. El Ejército de la Guerra Santa(Jaysh al-Jihad al-Muqaddas), fiel al Muftí de Jerusalén (Hadj Amin al-Husayni) y comandado por dos de sus lugartenientes: su sobrino (Abd-al-Qader al-Husayni*, para el sector Jerusalén, y Hasan Salama*, para el sector de Lydda y Ramallah). Su Cuartel General estuvo situado en Bir Zeit*
        1. Los expertos militares consideraban que el Ejército de la Guerra Santa podía movilizar hasta 50000 hombres, pero su funcionamiento en la práctica fue muy mediocre debido a varias causas, entre otras:
          1. Carencia de infraestructuras adecuadas.
          2. Falta de disciplina.
          3. Entrenamiento militar muy deficiente en la tropa de base: no tenían ningún sentido de la estrategia; atacaban de frente para romper las filas enemigas, o se retiraban en desbandada; no había manera de convencerles de la utilidad de ataques de flanco, de diversión, etc, y si se veían victoriosos se abandonaban al pillaje, avisando para ello a las poblaciones de la zona para que saquearan los kibbutzim judíos. 
          4. Ausencia absoluta de logística para sostener una batalla -no digamos una campaña- larga: no existieron previsiones para almacenar y distribuir municiones, repuestos, medicamentos, productos sanitarios, etc. Como en la "Gran Revuelta" las únicas previsiones eran vivir a costa del pillaje o de los pueblos árabes de la zona. 
          5. Ausencia de organización civil que mantuviese la sociedad en funcionamiento mientras sus hombres luchaban en el frente.
        2. En la práctica, entre Salama y Abd-al-Qader sólo pudieron contar al mismo tiempo con unos 1500 hombres (y no mas de 5000 a 10000 en todo el conflicto). Su manera de operar consistía, básicamente, en tratar de estrangular las comunicaciones entre Jerusalén y el resto del Estado Judío, mediante emboscadas a los convoyes de suministros que llevaban alimentos y pertrechos a la ciudad ("The Battle of the Roads"*). Aún así, gracias a la ventaja estratégica que suponía el control del desfiladero de Bab-al-Oued -que cerraba el paso de Jerusalén al resto del Estado Judío- hasta finales de Marzo de 1948 la estrategia de Abd-Al-Qader fue bastante eficaz, estando a punto, incluso. hacer colapsar la defensa de Jerusalén.
      2. El Ejército de Liberación Árabe* (Jaysh al-Inqadh al-Arabi): fue reclutado, a partir de Febrero de 1948, por la Liga Árabe, que deseaba combatir tanto al Estado Judío como al Muftí. Como Comandante en Jefe de todos los ejércitos árabes en Palestina (incluyendo las tropas fieles al Muftí -lo que no fue, en absoluto, bien aceptado por éste- la Liga Árabe nombró a Ismail Safwat**, y para el mando militar se designó a Fawzi al-Qawuqji (enemigo personal de el Mufti)
        1. Aunque el presupuesto inicial era de dos millones de libras esterlinas, sólo se recaudaron unas doscientas mil, según el Secretario General de la Liga Árabe, Abdul Rahman Hasan Azzam*
        2. Aunque el objetivo inicial era reclutar unos 10000 voluntarios, se calcula que a lo largo de todo el conflicto los voluntarios fueron unos 7500-8000, y su entrenamiento, capacidad combativa, disciplina, etc, fueron muy dispares, hasta el punto de registrarse muchas deserciones antes incluso del combate, para integrar bandas de guerrilleros independientes (bandidos, para algunos).
        3. Su organización logística era casi tan desastrosa como la de las tropas del Ejército de la Guerra Santa del Muftí: al inicio de su invasión, su organización sanitaria era poco menos que inexistente, y sus botiquines no disponían de otra cosa sino de aspirinas® y laxantes: Al-Qawuqji no preveía una guerra larga ni mucha resistencia, y no pensó que fueran necesarias otras medidas (7). Más adelante, su ejército se vio obligado a vivir de la población árabe (ya que no conquistó ningún asentamiento judío) y, por supuesto, su crédito ante la Liga Árabe cayó a niveles mínimos.
      3. Durante la Segunda Guerra Mundial, pese a los esfuerzos británicos para que los árabes palestinos se enrolasen en sus tropas (aunque fuera para contrarrestar la entusiasta afluencia de los miembros del Yishuv, que los dirigentes del Mandato ya preveían que podría causar problemas), sólo consiguieron unos 7000 reclutas. De ellos, además, "muchos parecían haberse enrolado sólo para desertar cuando les diesen el arma", como dijo un oficial inglés anónimo. Dada la ausencia de registros fieles, resulta imposible saber cuántos se encuadraron posteriormente en el Ejército de Liberación Árabe o en el Ejército de la Guerra Santa, cuántos huyeron de Palestina, o cuántos rehusaron el combate. Su presencia debió ser meramente testimonial en los campos de batalla, quizás diferenciándose de otros voluntarios por su entrenamiento militar... que en todo caso sería deficiente.
      4. Unos 10500 árabes sirvieron en la Policía Británica a tiempo completo o como fuerzas auxiliares. Ante la retirada de los británicos, y el estallido de los conflictos, muchos de ellos -nuevamente, ignoramos cifras ni siquiera aproximadas- desertaron con sus armas y se unieron a las tropas que operaban a lo largo del país -Ejército de Liberación Árabe, Ejército de la Guerra Santa, u otras unidades irregulares- aportando armas, experiencia en acciones policiales y su disciplina.
    3. Así, la Palestina árabe podía contar en teoría, en la primera parte del conflicto (entre
      2. Invasión de los ejércitos árabes
      Diciembre de 1947 y Mayo de 1948) con una cifra de combatientes incluso superior a los del Yishuv (cincuenta mil o más) si se hubiera hecho una plena movilización... que no fue el caso. Sin embargo, limitarse a las cifras de efectivos alistadas en formaciones más o menos regulares sería no comprender la sociedad árabe palestina del siglo XX. Aunque al-Qawuqji intentó encuadrar a sus hombres en formaciones militares modernas -con éxito sólo relativo- las fuerzas palestinas, en general, seguían obedeciendo a los principios de combate de la época de expansión del Islam: obediencia al Líder Carismático, la Ghaziya o ataque, y el reparto del botín entre los vencedores. Así, la estrategia de Abd-al-Qader al-Husayni, consciente de las virtudes (fidelidad, lealtad, valor) y defectos (falta de imaginación, indisciplina) de sus combatientes, era:
      1. Disponer vigías que advirtiesen al Centro de Mando de la preparación y próxima salida de algún convoy destinado a llevar suministros a Jerusalén o algún asentamiento judío de la zona que se le había asignado.
      2. Cuando el convoy estuviese lo suficientemente alejado de su base de partida, colocar barricadas por delante y detrás, para inmovilizar los vehículos.
      3. Mandar aviso a todos los pueblos árabes de la zona: de ellos afluían centenares, incluso miles, de combatientes que disparaban sobre el convoy asediado; a veces intentaban incendiar los vehículos o colocar explosivos si disponían de ellos. 
      4. Esta estrategia mostró ser muy eficaz -gracias, en parte, a la pasividad británica, atentos únicamente a no sufrir bajas propias- hasta principios de Abril de 1948; la Haganah perdió la mayoría de sus vehículos blindados (simples autobuses con planchas metálicas, lentos y pesados); Jerusalén llegó a estar prácticamente asediada y, falta de suministros y tropas de refuerzo, estuvo a punto de capitular; sólo la "Operación Najsom"*, con la conquista de varios puntos claves en la carretera Tel-Aviv a Jerusalén, y la muerte de Abd-al-Qader al-Husayni en Al-Qastel*, dio la vuelta a la situación.
    4. La sociedad árabe palestina, como los judíos palestinos, tenían una gran penuria de armas al iniciarse el conflicto en Noviembre de 1947.
      1. La derrota tras la Gran Revuelta de 1936-39 desencadenó una serie de medidas represivas de los británicos, como la prohibición de poseer armas de fuego no autorizadas, que podía ser castigada hasta con la pena de muerte. Aunque esta medida se implantó de manera irregular, afectando fundamentalmente a las comunidades favorables a los rebeldes y casi no tuvo efecto sobre los poderosos, sin duda supuso un duro golpe a la capacidad militar de la comunidad árabe.
      2. Sin embargo, la posesión de un arma resultaba un motivo de orgullo y honor entre los varones árabes -sobre todo en el mundo rural, pero también en el urbano- de manera que raro era el hogar en que no se encontraba un arma de fuego -como mínimo- y varias armas blancas por cada varón adulto de la familia. La Haganah calculaba, en 1942, que los árabes palestinos disponían de hasta 50000 armas de fuego de pequeño y mediano calibre (pistolas, revólveres, escopetas, fusiles, subfusiles, ametralladoras pequeñas). Aunque el cálculo está seguramente exagerado refleja correctamente que -pese a que la posesión de armas de fuego por entonces estaba castigado con sanciones muy graves- los árabes palestinos disponían de un gran arsenal. 
      3. En 1947, seguramente, su número sin duda era mayor (producto de la relajación británica en cuanto al contrabando a través de las fronteras, el soborno a los soldados británicos, el robo directo en los arsenales, con o sin complicidad de los guardias, etc) e incluso posiblemente superaban al Yishuv en números absolutos. Sin embargo, los árabes no supieron sacar partido de ello, debido a una serie de factores:
        1. La falta de una industria armamentística en la Palestina árabe (aunque fuera clandestina, como en el Yishuv);
        2. La ignorancia -en general- sobre armas entre la población árabe: en muchas ocasiones seguían conservando viejos fusiles, pistolas, inclusos morteros de la Primera Guerra Mundial, en pésimo estado de mantenimiento, cuyo rendimiento fue, por supuesto, nulo;
        3. La heterogeneidad de las armas, la falta de repuestos, de proyectiles: nadie parecía haber caído en que una escopeta de 1910 herrumbrosa o sin balas adecuadas era absolutamente inútil.
        4. Todo esto hace realmente difícil evaluar la auténtica potencia de fuego de la población árabe irregular. En todo caso, si bien no era un rival capaz para un ejército regular, tampoco era absolutamente desdeñable... sobre todo ante un adversario, como los judíos, que en su mayoría tampoco había probado su valía en el campo de batalla excepto en acciones de guerrilla.
      4. Como les ocurría a los judíos, los árabes palestinos carecían de aviones de combate, naves de guerra, blindados, o artillería de mediano o gran calibre (hasta la cesión por Siria de una batería de artillería al Ejército de Liberación Árabe de Fawzi al-Qawuqji, que de todos modos no estaba dispuesto a compartirla con las facciones del Muftí). Los árabes palestinos no contaban con otra cosa más que pequeños morteros, muchos artesanales, como los judíos, hasta la flamante adquisición del Ejército de Liberación Árabe de varias piezas de artillería más modernas: siete cañones de calibre 77 mm y tres piezas más potentes, de 88 o quizás de 105 mm, era de hecho la primera artillería propiamente dicha que se usaba en el conflicto, (8) (9)
    5. No debemos terminar este apartado sin citar uno de los problemas más graves que encontró la sociedad árabe palestina de 1920-1950 y marcó gran parte de la diferencia entre ambas partes contendientes: la carencia de mandos competentes en sus filas. La jerarquía militar oscilaba entre lo feudal y lo tribal; a la cabeza de las tropas no iban comandantes conocidos por su experiencia o pericia, sino por su pertenencia a familias o tribus de prestigio, o su lealtad al Muftí (que ya se había deshecho de sus principales oponentes; del mismo modo, se prestaba poca o nula atención a la planificación militar, a la logística; el Estado Mayor era casi desconocido como se entiende en los ejércitos modernos, y se fiaba todo al jefe carismático, al valor personal, y a movimientos militares rudimentarios (asaltos frontales, emboscadas, golpes de mano y poco más). Incluso los pocos líderes árabes palestinos que recibieron algún entrenamiento en la Alemania nazi (como Abd-al-Qader al-Husayni, Hasan Salama y otros) resultaron comandantes muy mediocres. Pese a la superioridad demográfica y estratégica (sus núcleos de población les permitían estrangular fácilmente los nodos de comunicación judíos) sus defectos de organización, disciplina, logísticos, etc causaron su colapso como "un castillo de naipes" en cuanto el Yishuv se organizó, incluso antes de que consiguieran recibir ayuda externa.
  4. Tras el 15 de Mayo de 1948, los ejércitos de la Liga Árabe invaden Israel: en otra entrada ya se han discutido las fuerzas en combate de Egipto, Iraq, Siria, Libano y Transjordania, con algunos contingentes de países como Arabia Saudí, Yemen, voluntarios norteafricanos, etc. Haciendo un breve resumen:
    1. Los ejércitos árabes pueden poner sobre el terreno unos 350000 soldados encuadrados en ejércitos regulares, que poseen artillería pesada, blindados, fuerzas de aviación e incluso fuerzas navales, aparte de unidades de logística, intendencia, ingeniería, etc. Las derrotadas fuerzas del Muftí, o las del Ejército Árabe de Liberación, podían aportar al menos una decena de miles de combatientes, si se hubiesen utilizado adecuadamente.
    2. Sus fuerzas no poseen gran experiencia en combate (excepto la Legión Árabe, la mejor de las unidades árabes) pero entran en batalla "frescas" y, en principio, con una alta moral de combate (la propaganda les ha hecho creer en una fácil victoria) que luego se revelará frágil. 
    3. Enfrente tienen a unidades semiprofesionales (hasta principios de Abril, los judíos no han acometido ninguna operación que suponga reunir efectivos superiores a unas pocas centenas de combatientes)  que sufren una cierta fatiga de guerra (llevan combatiendo seis meses en inferioridad numérica, y la mayoría tienen que atender los deberes de una sociedad civil). Sin embargo, su moral de combate también está elevada, tras derrotar a los árabes palestinos y conquistar algunos de sus puntos fuertes.
    4. Los ejércitos árabes que invadieron Palestina/Israel en Mayo de 1948, con la excepción de la Legión Árabe, estaban minados por la corrupción de regímenes donde el nepotismo, el soborno, la molicie de los altos cargos, etc, eran evidentes y, pocos años después, casi todos estos gobiernos (con los principales dirigentes que declararon la invasión de Palestina) fueron objeto de golpes de estado y asesinatos en cuyo origen, más que la derrota de 1948, hay que ver la corrupción, el fanatismo, y la insatisfacción de sus países: Faysal II de Iraq y su primer ministro Nuri al Said, asesinados en 1958; Faruq de Egipto, uno de los reyes más impresentables del siglo XX, derrocado en 1952, y su ministro Nokrashy Pasha*,  asesinado por los Hermanos Musulmanes en 1948; Riad al Solh, del Líbano, en 1951; el propio Abdullah de Transjordania, asesinado por uno de los matones del Muftí, en 1951; o Husni al-Za'im*, Comandante del Ejército Sirio en la guerra de 1948, que dio un golpe de estado en 1949 tras comprobar la incompetencia del Gobierno sirio, pero que fue a su vez derrocado y asesinado cuatro meses después, tras intentar llegar a un acuerdo de paz con Israel. Por supuesto, del fracaso de estos ejércitos debido a su corrupción, poca duda cabe que los culpables son ellos mismos, no sus adversarios. (10)
    5. Otra ventaja de los ejércitos árabes era la geografía, que les confería una superioridad
      3. Comparación del Plan de Reparto
      con los territorios ocupados al
      final de la guerra
      estratégica aplastante. Las fronteras del Estado Judío representaban una pesadilla. Véase el Mapa 1 de esta misma página. Los judíos tenían tres tiras de terreno, cuya comunicación era casi imposible si los ejércitos árabes -que se suponían profesionales y entrenados por Francia y Reino Unido- hubieran irrumpido por las llanuras de Galilea, hubieran cortado desde Cisjordania a la llanura de Netanya, o hubieran cortado eficazmente las comunicaciones entre las decenas de asentamientos del Negev, aprovechando su clara superioridad en vehículos y blindados, incluso en aviación..
    6. Nada de eso se hizo, y de ello no debe culparse a los judíos (que bastante hicieron con defenderse a sí mismo en la primera época de penuria (hasta la primera tregua) y aprovechar su ventaja tras el 9 de Julio de 1948. El problema para la coalición árabe fue su falta absoluta de coordinación, con todos los países y sus fuerzas armadas buscando su propio beneficio:
      1. La Legión Árabe conquistar todo el terreno que pudieran del Mandato de Palestina para añadirlo a Transjordania; 
      2. Siria capturar la Galilea Este; 
      3. Líbano anexionar territorios de la Galilea Oeste; 
      4. Egipto conquistar el Negev y la franja costera sur del Estado Judío, 
      5. Iraq asentar su supremacía en un futuro Imperio Árabe regional
      6. Mientras tanto, el Reino Unido pensaba en crear estados vasallos lo más grande que pudieran ser (pero no tan poderosos como para expulsar a los británicos de Oriente Medio); un Estado Judío "pagafantas" lo menos poderoso militar y diplomáticamente que pudiese conseguirse, pero que sirviese como motor económico de Oriente Medio y la expulsión de los judíos del Negev, que veían como un puente entre sus estados clientes de Egipto y Transjordania (lo que sería causa importante de la "Crisis de los Spitfires"*  en Enero de 1949 
    7. Esta falta de colaboración, con la corrupción de los ejércitos atacantes (que carecían de
      La Asociación de la Haganah agradece la
      ayuda checoeslovaca a la fundación de Israel
      mapas militares, suministros médicos, transmisores, etc, y cuyos soldados veían que padecían mil penurias mientras sus oficiales, en muchas unidades, ni siquiera se acercaban al campo de batalla), la ausencia de repuestos y cadenas de reparaciones adecuadas, la falta de entrenamiento adecuado, etc, hicieron que fracasase el ataque árabe cuando tenían todo a su favor, porque los judíos combatían con la espalda hacia el mar y con armas casi artesanales, entre el 15 de Mayo y el 11 de Junio de 1948.
    8. Decretada una tregua durante cuatro semanas, los árabes (cuyas redes de compra y abastecimiento también estaban infestadas de corruptelas, y por otro lado pasaban casi exclusivamente por el Ejército Británico) no habían podido reforzarse suficientemente (los británicos, que habían hecho la vista gorda anteriormente, se vieron obligados por los EEUU a aplicar el embargo) mientras que los judíos, con el visto bueno de la URSS compraron armas en la República Checa y otros mercados: la ventaja había cambiado de bando absolutamente. Los países que, con todo a favor, no se habían podido imponer, iban a ser barridos de los campos de batalla, y sólo la intervención de las Naciones Unidas evitó que ya, en 1948, Israel no expulsara de Palestina a todos los combatientes del Mufti, a los transjordanos, egipcios, etc.
    9. Quizás hubiera sido mejor.

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* Enlaces en inglés. Aunque mis preferencias serán siempre enlazar a información en español, aunque sea menos completa, en algunos casos la diferencia en la información ofrecida justifica enlazar a páginas en otros idiomas. Ruego disculpen las molestias.
**Enlaces en francés
***Enlaces en otros idiomas

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NOTAS:


  1. El rey Ibn Saud, de Arabia Saudí, por ejemplo, al día siguiente de la votación de la ONU que aprobó la Partición de Palestina. Eso sí, se cuidó mucho de enviar más ayuda que unos mil hombres, bajo el comando egipcio, y que entraron más bien poco en combate. 
  2. United Nations. "Demographic Yearbooks".
  3. Onn.Winkler. "Demographic Developments and Population Policies in Baʻthist Syria", p 184, 1998
  4. http://www.populstat.info/Asia/lebanonc.htm.
  5. http://esa.un.org/unpd/wpp/unpp/Panel_profiles.htm
  6. http://cosit.gov.iq/AAS/AAS2012/section_2/test.htm
  7. "Ô Jerusalem!"  Lapierre, Dominique, & Collis, Larry. Éditions Robert Laffont, S.A. Paris, 1971. Pg 212.
  8. "The Birth of the Palestinian Refugee Problem Revisited"; Benny Morris. (2004). Cambridge: Cambridge University Press. Pg 240)
  9. "Palestina Betrayed"  Efraim Karsh (2010); Yale University  Press, pg 122.
  10. Los "Historiadores Revisionistas" como Ilan Pappe, Avi Shlaim, etc, y los historiadores palestinos han olvidado que, tras la derrota de 1948, las fuentes contemporáneas no culpaban a los judíos de su desastre, sino a los países árabes (y, en concreto, a sus dirigentes) de su debacle. Efectivamente, el "Movimiento de Oficiales Libres" egipcio reconocía, como causa de su derrota, no extrañas conspiraciones judías, sino la corrupción del rey Faruq y su camarilla. Lo mismo cabe decir de la revolución iraquí, o de los primeros movimientos regeneracionistas palestinos, que culpaban a las promesas incumplidas de los lideres árabes de su derrota

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